Tu Esposo y Señor
Hace más de Dos mil años, el mundo se iluminó, porque en la Ciudad de David, una estrella se detuvo y su nacimiento anunció; Era un niño Hermoso y lleno de Amor, que venía a este mundo a cumplir una misión, proclamar a todos, el evangelio de dicha, Perdón y salvación. A pesar de ser el dueño del mundo, en un pesebre humilde nació, porque no había lugar para EL en el mesón. Sin embargo, su venida, fue para nosotros, de gran bendición, ya que todos le recibimos con alegría en el corazón.
El ángel del cielo descendió, y el nacimiento de Cristo el Señor anunció, y luego las huestes celestiales en coro eternal cantó, “Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”. Este mensaje de Amor, a los pastores acercó y sus ovejitas, con valido alegre, al creador adoró; Entre tanto, llegaban los magos, al lugar que la estrella lo guió, y abriendo sus tesoros, cada uno de ellos, al Señor, le regalo, oro, incienso y mirra, con toda su adoración.
Cuando creció, su ministerio comenzó, y en los negocios de su Padre se ocupó. Con su presencia a todos congregó, y sobre ellos, el poder de Dios desplegó. A todos les dio vida, salud y bienestar, para que sean libres de todo pecado y enfermedad. Con Amor eterno nos amo. Y ahora nosotros y ellos, somos testigos, de esta Santa y hermosa verdad, que aún sigue vigente durante la gracia, para mantener encendida, la luz brillante del evangelio, en medio de la oscuridad.
El Señor dijo: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios”. De modo que nosotros, somos hijos de Dios, y llevamos por el mundo este mensaje de amor, que vuelve el corazón de los hombres hacia Dios. El Señor por todos nosotros, en la Cruz del Gólgota sufrió, y un precio muy caro pagó, derramando su sangre preciosa en la cruz, para limpiarnos de todo pecado, y librarnos de toda condenación, presentándonos aprobados, delante de Dios.
Un día El volverá y la final trompeta se tocará, descendiendo en las nubes, a su Pueblo reunirá. Los muertos en Cristo resucitarán, y en las nubes nos precederán, será un arrebato para toda la eternidad. Caminaremos en el Edén celestial, calles de oro y mar de cristal. Allí conoceremos al Señor, y a los siervos y profetas de la antigüedad, hombres valientes, como Moisés, Elías y Abraham, que caminaron con Dios y vencieron por medio de la fe, a toda adversidad.
Iglesia de Cristo, reanima el Amor, y alegre en la noche espera al Señor. Jesús el Esposo, vestido de honor, Viniendo se anuncia con fuerte clamor. Si algunos dormitan sin sentir dolor, La fe sea en todos el despertador. Velad compañeros, velad sin temor, porque está con nosotros el Consolador. Levántate Iglesia, sacude el sopor, que viene en las nubes, “Tu Esposo y Señor”. La noche difunde su negro pavor, y el hombre en sus penas, infiel pecador, quedarse en la tierra será su dolor.
Entretanto que estamos en el mundo, seamos luz del mundo, sal de la tierra, y mensajeros de amor y de paz, cumpliendo nuestro ministerio, en nuestro templo y ciudad. Visitemos a los necesitados, sedientos, y hambrientos, porque un día daremos cuenta al Señor de lo que hayamos hecho, con el Talento, que EL nos dio. Que nunca seamos hallados faltos, y así podremos oír del Señor, un día, diciéndonos “Bien buen siervo, en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré”.
“El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos”.
Proverbios 16: 9
Te amo, mi Señor y Dios.
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Autor: Pablo E. Castillo
Muchas gracias queridos Hermanos en Cristo, por publicar mi escrito, el cual me inspiró el Señor con su Espíritu Santo. Deseo que el Señor haga descender sobre todo el equipo de Poetas Cristianos.com y sobre los lectores del mismo, lluvias de bendiciones grandes, y que la semilla sembrada, germine y lleve fruto a ciento por mil, para la Gloria y Honra del Señor. En el Amor del Señor, gracias a todos. DLBM