Siempre estaré contigo

En cualquier vuelta de esquina nos podemos encontrar con algo impredecible, la vida no se presenta como quisiéramos, cuantas veces vemos truncado nuestros proyectos, aquello que por años hemos elaborado de golpe se viene abajo y hacemos un giro radical; aquel mal negocio; la deuda imposible de pagar; un despido laboral; un divorcio; una enfermedad; la muerte que nos golpea tan fuerte cuando se lleva a un niño; a un joven; o a un ser amado; o tal vez esa llamada telefónica que nos trajo tanto dolor, hay una lista larga de sufrimientos que quisiéramos eludir. Como nos gustaría cerrar los ojos y al abrirlos decir: “Fue un mal sueño”.

El Señor Jesús sabía que todas estas cosas nos iban a venir. “En el mundo tendréis aflicción, pero confiad” San Juan 16:33. El nos da aliento para que cuando pasemos por malas situaciones, estemos seguros que “EL” esta con nosotros.

El nos dice que: “Cuando tengas graves problemas, Yo siempre estaré contigo, cruzaras ríos y no te ahogaras. Y cuando camines por el fuego no te quemaras, porque Yo soy tu Dios, yo te amo, tu vales mucho para mi, tuve que pagar un alto precio, no tengas miedo, yo siempre estaré contigo (Isaías 43, lenguaje actual)

Es inevitable pasar por el valle del dolor, tenemos convicción y sabemos que: Aunque ande en valle de sombras y muerte, Tu Señor estarás conmigo, tu bondad, y tu amor me acompañaran mientras yo viva y de que para siempre viviré donde tú vives. Salmos 23 (lenguaje actual)

Autora: Mary Romero