Si has de querer morir…

Si has de querer morir, si quieres finalizar con tu vida, si has de matar algo, asesina…
Asesina la ansiedad de una vez y por todas, de paso ahorca el dolor de las ausencias.
Si has de matar algo que sea la desesperanza, el rencor, el odio y los malos sentimientos.
Extermina prontamente las dudas que quieren disipar, amargar tu existencia y que no te permiten ver el panorama y las cosas que eres capaz de lograr.
Quema los recuerdos dolorosos, aquellos que de nada te sirven y solo te consumen por dentro. Aquellos que te hacen permanecer estática y taciturna cuando quisieras reaccionar.
Hazte sorda antes las veces que te susurran al oído que no lo lograrás, que no vale la pena esperar, que en realidad nada mejor podrá acontecerte, porque la verdad es que esos murmullos son totalmente falsos.
Si has de cortar algo que no sean tus venas, ni nada en tu cuerpo. Corta el chisme, la pereza, las contiendas y los malos hábitos.
Si quieres refugiarte que sea bajo el amparo del Creador, no evadas las responsabilidades ni te aferres a vicios vanos que solo te perjudican.
Si quieres limpiar los aires aleja la negatividad y la niebla de la amargura.
Si quieres darte por vencido, que sea porque te percataste que el camino por donde ibas era el equivocado.
Si quieres ser infiel, traiciona a la cobardía y al resentimiento, demuéstrales que eres muy valiente y un ser capaz de perdonar.
Si quieres rendirte hazlo ante la ardiente llama del amor, si quieres aprisionarte y escudarte en algo que sea experimentando y sintiendo el más hermoso de los sentimientos.
Muere matando lo que paraliza tu progreso, lo que te hace aterrarte y pensar que no lo lograrás.
Renace como el ave fénix que mientras más calor y dolor pasa, más muere para resurrección.
Que mientras más golpes, mejor preparada para volver a comenzar. Y una vez salida del fuego, desnuda y sin plumaje…
Descansará sobre lo alto de una montaña para hacerse de ropas nuevas. Y mientras es renovado su plumaje, estará lista en medio de ese silencio para encontrarse a ella misma.
Porque una vez estés cubierta con tus ropas nuevas, estarás lista para descender y ascender hacia donde quieras. Nadie te detendrá en el largo viaje. Soñarás y volarás, cantarás y feliz reirás.
Te desplazarás sobre el Universo, con tus alas libres sintiendo el aire, con un equipaje más liviano y con bondad en el corazón.
Entonces tendrás la oportunidad de vivir muchos años más, luego te remontarás y serás aquello que siempre has querido ser.
Ya nada ni nadie paralizaran tu progreso.

Por eso si has de morir que sea internamente y para resucitar a mejores cosas.

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Autora: Brendaliz Avilés