SALVACIÓN
Vivía entre los muertos y un día desperté cuando
abracé la cruz, tomando las riquezas que no se pueden robar.
En mi corazón está escrito su nombre.
Mis pecados fueron redimidos por la sangre de aquel que me ama.
¡ O bendita ciudadanía¡ el cielo abrirá sus puertas al verme llegar.
..
Autora: Claudia Arevalo
buena reflexion