Que suerte tengo

Céfiro puro inspiro y avidez no paso ya, amigos genuinos atesoro y tengo dos hijos para conversar. Faena me sobra y mi tiempo ocupado está.

Perseverantemente emigro libremente y fuera de dificultad, empollo lo que se me recele y consumo lo mejor a mi paladar.

Adquiero los mejores ajuares y el calzado para poder caminar. Soporífero nunca soy, pues me entretengo componiendo cosas y repasando la palabra de Dios, que firmada está.

Aunque a veces solo me juzgo, regocijo mi vida desierta con mi Padre Celestial.

Afortunado Educador florezco, porque todos los días profeso con Fe y fidelidad.

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Autor: Jimmy Báez Jusino