No llegaste
Me quedé esperando y no llegaste
Teníamos una cita pero no me hablaste
Pasaban los minutos y las horas
Y mi corazón te esperaba sin demora
..
¿Será que si llegarás?
¿Será que de mí te acordarás?
¿Estaré presente en tu pensamiento?
Aún que tardases, yo a ti te espero
..
Ayer te escuchabas entusiasmada
Tuve gran esperanza en que si llegarías
Me alegré cuando dijiste que vendrías
Pero hoy me doy cuenta que fueron mentiras
..
Realmente quiero charla contigo
Que escuches mi voz y mi consejo
Grandes tesoros te quiero mostrar
Pero no llegaste a la cita, solo hubo silencio
Anhelo el día en que vendrás
Caminando a nuestro encuentro
Cuando decidas buscarme con toda tu corazón
Y tu alma se alegre por estar junto a ti
..
Tu Padre soy, mi hijo eres tú!
Ven y escucha mis palabras de verdad
Para que entiendas tu propósito e identidad
Y mi Presencia te dé larga paz
..
Aquí siempre estaré para ti
No tardes en buscarme
Con cuerdas de amor te atraigo
Ven a mi encuentro, te estoy esperando
..
Tu Padre Celestial
..
Autora: Gloria Guajardo García
Buenisimo la verdad!…. muy inspirador todo esto, debería de haber más gente como tú haciendo estas grandes cosas, no sólo son palabras al aire, son palabras que identifican hechos.
Toda nuestra vida esta atento El Padre a la puerta, esperando con paciencia a la cita con cada uno de sus hijos, a solas espera; con palabras dulces y delicadas hace sus sutiles llamadas, con amor eterno aguarda nuestra llegada…
Oh Señor, tus misericordias son innumerables…
En versos la poeta capta la atención, y ese reflejo del amor de Dios, cautiva el corazón.
Hermosas palabras G. G. G. Nunca dejes de escribir…
La verdad el final del poema me tomó de sorpresa. un 75% da la impresión el reclamo de un corazón enamorado que ha sido plantado en una cita; incluso parece que han plantado a una tierna chica.
La idea está interesante, y brinda oportunidad para ampliaciones y desarrollos.
Quizá por mi edad, vería más a Dios como un Padre buen conversador, muy considerado de uno, interesado por atraernos, pero además un pasmoso realismo, en que si decidimos ignorarle, también lo termina entendiendo, muy a pesar suyo, y muy para daño nuestro.
Quizá tiene que ver con mi concepto de salvación.