Mi Rey, Mi Salvador

Si entendiera que mis caminos no son míos,

Sino  tuyos.

Si entendiera que mi tiempo no me pertenece

Pues es tuyo solamente.

¿Dónde estaría mi Victoria?

¿Dónde estaría Tu Gloria?

Si a pesar de las tempestades, de las cumbres borrascosas

Y las mareas nauseabundas;

Insistiera en seguir siendo dueña de mis horas,

Apoderada de mis acciones,

Artista de mis pensamientos

Arquitecto de mi destino…

¿Que sería de mi?

¡Qué ilusa! Que utópica fantasía.

Nada más que una ilusión óptica, vana y mundana.

Es Tu mano la que me sostiene,

Es Tu palabra la que me alimenta,

Tu gracia me inunda.

Oh Dios, escucha la plegaria de este sencillo ser

Que entre llantos y sollozos,

Alegrías y suspiros,

Te aclama, te bendice, te honra.

Yo, sin Ti, soy nada.

Permíteme que entre lágrimas y risas,

Siempre venga a Ti, aunque me sienta cansada y abatida.

Permíteme refrescar mi alma en Ti.

Que mis ojos siempre estén abiertos a ver Tus maravillas,

Que mi alma rebose eternamente de Tu paz.

Sencillo, es sencillo,

No son mis caminos, no es mi Voluntad;

Que Gloria, que honra

Saberte artífice de mis momentos,

Mi Rey, Mi Salvador.

Por: Erika Handal