HISTORIA, SIN REFLEXION;

PREGUNTA, SIN RESPUESTA.

Esa mañana se quedó dormido.

Su reloj no marcó la hora,

Su celular, sin energía;

Nunca recibió esa llamada…

Tomó la ducha casi helada,

Desayunó de volada.

Salió de prisa, dejó la agenda olvida;

Regresó, la llave se trabó en la puerta.

Se topó con su amiga deprimida,

Le dio una palmada, una palabra…

Tomó el taxi de prisa.

Cerca, en la próxima avenida,

Una accidente en la pista.

El tiempo pasa, la hora avanza…

¡Pero el día de ayer fue tan normal!

Tomó el próximo desvío,

Y así llegó unos minutos tarde al trabajo.

Tocó la puerta de entrada.

La puerta bien cerrada.

Recién entra la llamada:

Se te estaba llamando para informarte

Que hoy no se trabaja…

Decide ir a ver a una amistad cercana.

Minutos después una llamada a su casa:

“…Tuvo un accidente…grave…pero calma…”

En el velorio se escucha:

-¿Por qué tuvo que pasar así…?

-Era tan joven, tan bueno, lleno de vida…

-Fue su destino. Le llegó su hora.

-Que mala suerte…no pudo escapar…

-¿Por qué…Dios? No hay explicación.

Por eso esta historia, no tiene reflexión.

Es que hay cosas como esta,

Que por más que se le rebusques,

No encuentras  respuesta.

..

Autor: Willan V. Castillo