Cielo

CIELO

En mi oriente taciturno

me mira el cielo con pupilas florecientes de amor.

Es viña, santo perfume

lirios de perdón.

 ..

Y el corazón concibe ensueños

de estirpe celeste, y los siembra

con versos.

 ..

En mi oriente taciturno

veo el cielo de bronce.

Me dejo moldear, sigo avanzando.

Autora: Claudia Arevalo

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Un comentario en “Cielo

  1. Y el corazón concibe ensueños
    de estirpe celeste, y los siembra
    con versos.

    Una tarde feliz,
    Federico, regresaba a su función laboral,
    Y en el camino, se encontró,
    Con la musa que lo inspiraba,
    Ella paso junto a EL, como siempre,
    Bella, hermosa, Inmutable,
    Indiferente hacia su persona.

    Federico, sintió en ese momento,
    Que todo había terminado,
    Que por fin, el silencio y la indiferencia,
    Lo habían asistido, para que,
    Con valentía y decisión,
    Pudiese sacar esa
    “Espina clavada en la pata del León”
    Sin correr el riesgo, de ser devorado,
    Por las dentelladas del dolor y la esclavitud.

    Fue en ese silencio, profundo y sublime,
    Donde Dios hablo a su corazón,
    Y le dijo: “Ves hijo mío”, solo era necesario,
    Que recordaras que siempre te amaré,
    Que siempre te guardaré, y cuando pases
    por las aguas, o por el fuego,
    Yo estaré contigo, Mio eres tu,
    Yo te engendre hoy.

    Desde ahora y desde siempre, serás para MI,
    Especial tesoro, un pueblo apartado,
    Una nación santa, que no tan solo,
    Sacará una espina de la pata de un León,
    Sino que también derribarás muros,
    Y paredes intermedias de separación,
    Para hacer de ambos pueblos,
    Un solo pueblo, formado sobre las bases,
    Del amor, la santidad y la fraternidad,

    Desde ese momento, Federico, recorre
    La distancia, que lo separa de su trabajo,
    Sintiendo un gran gozo y gratitud,
    Al Señor de su vida, y de la tuya,
    Que lo amo y lo auxilio en todo momento,
    Enviando a su Angel,
    Para tapar la boca de los leones,
    A fin de librarle, para su gloria y Honor.

    Promesa Divina:
    Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz.
    Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré. Fiel es Dios quién lo dijo, Amén. Isaías 46: 3,4

    Bendito sea el Señor

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