DESDE SIEMPRE

Te soñaba, te anhelaba, te pensaba
y sin saberlo , Maestro, en mis noches te extrañaba.
Pasaba ratos eternos esperando a que vinieras
O que mandabas un ángel a que mensajes me diera.

–

Te imaginaba Maestro, te presentía ,Señor,
Y me llenaba tu gracia con tu milagro de amor

–

Y así como jugueteaba entre luces de colores,
Cada imagen que veía me mostraba tus dolores;
Y entre nubes de algodón me sentía estremecer
Por el tiempo que pasaba anhelando tu querer.

–

Recuerdo que muchas veces te vi llegar hasta mí
Haciendo una realidad mis sueños fijos en ti;
Y siempre guardé silencio porque nadie lo entendía,
Tu gracia era mi gracia y sólo yo lo sabía.

–

Y así fue pasando el tiempo, buscando encontrarte Oh Padre,
Te dejaba mis mensajes para poder atraparte,
Me pintabas de colores ese mundo celestial
Y entre palabras y rimas tu presencia era ideal.

–

Y con el Tiempo Maestro, mis sueños te presentían,
Pasaba noches enteras disfrutando tu alegría;
Me imaginaba entre sueños, que eras mi ángel, Señor,
Y al llegar el nuevo día, te descubría en el sol.

–

Pero tu presencia Padre, era mi secreto Oh Dios,
Te fui ocultando en mi aliento y en mis noches de dolor,
Porque siempre aparecías y venías a abrazarme,
Y sólo bastaba entonces, sentirte sólo un instante.

–

Tan sólo yo podía verte, pero nadie lo entendía,
Porque en el fondo del alma, de esta niña que crecía,
Se dibujaba en su aliento una dulce melodía,
La que nació con tu gracia, porque eres mi poesía.

–

Y me aferré simplemente a la ilusión de encontrarte
Con el afán de tenerte y con el miedo a perderte;
Reservé muchos momentos para alabarte ,Señor,
Porque escuchaste, Maestro, el canto de mi oración.

–

Y aunque la niña ha crecido, no ha dejado de soñar,
Y aún te sigue esperando para que puedas jugar,
Aún reserva los espacios más íntimos para ti
Porque sólo tú le has dado, razones para vivir.

–

Autora: Dora Maria Cardenas Montoya