Una pieza exclusiva
Cada ser humano es una pieza exclusiva.
Somos una obra maestra, Dios hace arte en nuestras vidas.
Lo que nos hace tan especiales, fue que el Maestro nos diseñó.
Para cada uno se toma el tiempo de entretejernos en el vientre de nuestras madres.
¡No somos insignificantes, su sangre preciosa nos compró! Somos tan importantes para Dios que estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Jesús a favor de nosotros para que obtuviéramos redención.
La próxima vez que pienses que no vales nada, detente un momento, medita y analiza en lo mucho que te ama Dios.
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por Brendaliz Avilés