EL EJEMPLO DE NEHEMÍAS
Estando de copero en el palacio del Rey
Recibió el llamado del pueblo Israel.
Y dejó todo para ir a cumplir su misión:
Levantar al pueblo de la destrucción.
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Su llanto, su ayuno y su oración,
Llegaron a Jehová, Dios del cielo.
Y pidiendo perdón de pecados
Reunió a todos sus hermanos.
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Empezó a levanta los muros,
A pesar del desaliento de sus enemigos.
El jamás se desalentó, ni se detuvo,
Porque en Dios se mantuvo.
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Libertó al pueblo de impuestos y deudas
Y con la ayuda de Dios y de Esdras
Levantó murallas nuevas.
¡Hermanas mías!, este es el ejemplo de Nehemías.
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Autor: Willan V. Castillo
Nehemías, un gigante siervo de Dios.
¡Cuán lejos estamos de estos modeloshoy! Pero el reto está planteado: desde el poema la fe y la acción nos convocan.
Hace poco leí de un amigo poeta que “la palabra que no se convierte en acción, no concluye su ciclo vital.”