¡No escuches nuestras peticiones!

¡NO ESCUCHES NUESTRAS PETICIONES!

 

¡Ho Dios!

No escuches nuestros pedidos,

Pero oye el clamor de nuestras necesidades.

No atiendas nuestras vanas repeticiones,

Pero ten en cuenta nuestros silenciosos gemidos.

No atiendas nuestros clamores,

Nuestros gritos al cielo, nuestras rodillas cansadas…

Pero si, el grito de nuestros corazones.

No atiendas nuestros sueños

Inflados por la ilusión.

No escuches tantos ruegos

Conforme a nuestra voluntad,

Sino,  conforme a la tuya.

No escuches nuestras miles de peticiones,

Porque se basan en muestro afán,

En nuestro egoísmo, en nuestras ansias de tener…

Pero, atiende sobre lo justo y necesario.

Ho Señor, nosotros los humanos,

Hacemos de nuestro afán,

De nuestra ambición desmedida, de nuestras debilidades,

De nuestras carencias, de nuestras conveniencias…

Vanas peticiones, con largas oraciones

Que rebasan las iglesias.

Por eso Señor no nos atiendas,

Inclina tu oído a corazones puros, sinceros,

Humillados ante ti.

Ho Dios, y te agradecemos por este universo,

Que es nuestro dulce hogar,

Por su vastedad, riqueza e infinidad.

Y muchas gracias Señor por lo que nos has dado,

Que no tuvimos que pedírtelo.

..

Autor: Willan V. Castillo

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Un comentario en “¡No escuches nuestras peticiones!

  1. Muy interesante la forma de plantear el tema, porque es una autocrítica de la forma de vivenciar la fe, desde la fe; haciendo objeto de cuestionamiento una religiosidad que no parte de una relación con Dios (eso lo he vivido en carne propia).
    Queda el inmenso reto de “negarse a sí mismo”, para ver que sigue camino adentro, llevando a cuestas la propia cruz, “cada día”, y …ver que nos mostrará el grandioso honor de “seguirle”.

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