Triste Semblante
Mire tus ojos, mujer, tratabas de disimular,
Aquel dolor, que sentiste en tu corazón;
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Un triste semblante, pude ver en ti,
Tratando de maquillar, tu rostro,
Sola sentiste, que estás,
Sin ningún consuelo
Intentaste olvidar, con los sueños
Recuerdo, que lastima tu corazón.
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Tú dices: que perdiste lo que siempre has anhelados,
Entregaste todo, a quien que no te me merecía,
Te diste por amor, mas la paga fue traición.
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Nunca digas, que todo ya no será igual,
No te aflijas, no le quites valor a tu vida,
Existe alguien que te ama, más que el hombre
Jesús, es su nombre.
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No dejes, que el pasado, traiga la tristeza
Puede ser, que venga recuerdo del pasado,
Más gracias debe dar, porque todo a cambio.
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Naciste, para ser amada,
Para ser valorada, como
Piedra preciosa, Dios te hizo
Un vaso más frágil
Para que vean en ti,
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Alguien que a Dios, si le importas
Pues, te ama y cuida de ti; como las niñas de sus ojos,
Eres su especial tesoro;
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¡Oh, mujer! el amor que Dios tiene por ti,
No tiene límites, No llores más,
Seca tus lágrimas, vuelve a soñar.
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Autor: Teodoro Montenegro Córdoba
Gracias Señor tu siempre hablas de maneras sorprendentes eres tu mismo hablando atravez de este poema y me recuerdas que contigo no me hace falta nada, y que soy especial ante tus ojos y soy tu niña amada, te amo Jesus por estar siempre a mi lado
Hermoso, gracias padre amado por hacerme recordar por medio d este varon que me amas como soy.
Hombre y mujer dos seres diferentes, dos almas gemelas, creadas para esculpir un sólo cuerpo, el cual debemos compartir, con amor y pasión. Para crear vida, generar bienestar y desenvolvimiento.