Por mis mejillas

 Quise agradar a mi Juez, baje la cabeza y allí me humillé.

 Muchos me vieron y lo entendieron también.

 Mi corazón quiso pegarse al tuyo otra vez, mi amistad te la ofrecí,

 sin interés. Escribí cosas bellas y bonitas sobre mi Rey y a ti las envié.

 Tus respuestas arrogantes yo me las sobrellevé. A El solo quiero

 agradar y por El me sojuzgaste. Mi redentor lo dijo

 una vez, por mi causa te van a aborrecer.

 Me accidentaste y que muchas lágrimas por las mejillas de un hombre maduro   bajaron sin detener; lección Dios me enseño.

 El hombre patrullará mis acciones, pero solo Dios percibirá lo que yo abrigo en mi piel.

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Autor: Jimmy Báez Jusino