Jesús, alegría plena

 Alegría plena he encontrado en Jesús, en su paz y perdón.

¡Gran misericordia la que Cristo ya pagó y el Señor otorgó!

¿Qué podría yo pedir además del magno tesoro, impecable y divino?

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Él me es cercano; Él, el brazo protector, contra quien nada hay.

¿Quién contra vosotros opondrá separación o vergüenza infundir?

Sea frente a horrendo mal o abatida mi alma se viere, Jehová me protege.

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Aunque la contienda sea contra Satanás, muerte, miedo y dolor,

nada bajo el Justo ha de alterar mi fe en la Promesa Fiel.

El Señor, por Su bondad, concedióme su auxilio frente a todo enemigo.

¡Fuera los deleites! El Deseado uno es: Cristo, perfecto bien.

Glorias pasajeras, perseguirlas no atraerá del Gran Dios grata faz.

Si arribase prueba cruel, si el tormento no se aplacara, el Pastor me ampara.

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Libre soy de juicio, de pecado y vanidad. ¡Ya pasó mi maldad!

Por perdón divino, por la fe que Dios me dio, la Verdad me mostró.

Es la Luz que vislumbré la que guía mi vida entera y mis vicios desecha.

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Lejos permanece la maldad de todo ser que en Jesús tiene fe.

Los que en Dios creen ya conocen, por Su luz, su favor y merced.

Aún en densa oscuridad, grata es la eterna Promesa, y alegría plena.

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Autor: Ariel David Moya Sequeira 

(Basado en el himno “Jesu, meine freude”, escrito por Johann Franck)