¡Yo fui Señor!
Los recursos económicos se estaban agotando, esta mala enfermedad que padecía hacia muchos años, le estaba llevando todos sus ahorros. Donde le decían que había un medico que tal vez la podía ayudar allí corría esperanzada, intentaba con nuevos medicamentos pero no encontraba solución.
Hacia varios años que estaba enferma, ya pocas fuerzas le quedaban para seguir luchando, su figura se había deteriorado en gran manera, pero a pesar de la lucha de cada día, seguía batallando, cuantas veces quería bajar los brazos, pero algo le hacia seguir adelante. Doce años de padecimiento, hasta que ese día le llega la noticia, que alguien va a pasar por el pueblo, se prepara y sale de su casa, no le es fácil llegar por el gran gentío que hay, ella se había propuesto algo y tenia que lograrlo “Si pudiera acercarme hasta donde esta Jesús, y tocarlo, yo se que sanare” Se abrió paso entre la multitud y allí lo ve a Jesús cada vez esta mas cerca, pero hay tanta gentes que parece que es imposible, la fe la hace mover y a pesar de los apretujones, llega extiende su mano y lo toca, alcanza a tocar su manto, se da cuenta que instantáneamente fue sana.
Quiere pasar inadvertida, nadie se iba a dar cuenta de lo que había pasado, se da media vuelta y quiere regresar, cuando siente la voz de Jesús diciendo:”Quien me ha tocado”. Vaya pregunta……… con el amontonamiento y empujones que allí había. “Alguien me toco, porque de mi salio poder”
La mujer vio que ya no podía esconderse, temblando y temerosa se arrodillo delante de Jesús. “Yo fui Señor” Jesús le responde”Hija, tu fe te ha sanado, vete en paz”
Que feliz caminaba de regreso a su casa, ya no llevaba a cuesta la enfermedad, ese azote que por tantos años la había atormentado.
Angustia, depresión, malos pensamientos, tormentos, enfermedades, y cuantas cosas feas que tal vez por años vienes arrastrando, no te hacen tener paz, déjalos delante del Señor, y con las manos de la fe tócalo, y VIRTUD SALDRA DE EL.
Autora: Mary Romero